«Cabecita Negra» de Germán Rozenmacher

A Raúl Kruschovsky. El señor Lanari no podía dormir. Eran las tres y media de la mañana y fumaba enfurecido, muerto de frío acodado en ese balcón del tercer piso, sobre la calle vacía, temblando encogido dentro del sobretodo de solapas levantadas. Después de dar...

¡GRACIAS POR LA VISITA!

Espero que esta página te haya sido útil.
Lo importante es que navegues por donde navegues, puedas llevarte de cada puerto los mejores recursos para escribir.

Si querés recibir novedades acerca de los nuevos contenidos y cursos dejá tu mail a continuación

Tu email fue agregado!